¿Qué es una hipoteca comercial?

Una hipoteca comercial es un financiamiento a largo plazo (hasta 40 años) destinado a empresas e inversores que deseen comprar o refinanciar propiedades comerciales que generen ingresos.

Los préstamos hipotecarios comerciales están disponibles para todo tipo de empresas, independientemente de su tamaño, pero también de su situación, siempre que la demanda de financiación esté vinculada a una actividad comercial.

Por tanto, el préstamo puede financiar la compra de:

• edificios de oficinas o de alquiler;
• tiendas, centro comercial o malls comerciales;
• centros médicos;
• edificios industriales;
• terrenos en los que se destina la construcción de edificios comerciales;
• construcción o ampliación de edificios comerciales;
• Y todo otro tipo de negocios como restaurantes, bares, cafeterías y otros.

Términos de hipotecas comerciales

La hipoteca comercial se basa en el valor de la propiedad comercial comprada, construida o ampliada. Por tanto, su importe depende del valor de la propiedad comercial, pero también de la renta neta disponible de la empresa. El monto del préstamo suele estar entre el 70% y el 85% del valor de la propiedad hipotecada .
En raras ocasiones, puede llegar hasta el 100% y hacerse cargo de los diversos gastos relacionados con el préstamo.

Cabe señalar, sin embargo, que cuanto mayor sea el porcentaje de la propiedad, mayor será la tasa de interés del préstamo.

Ventajas y desventajas de las hipotecas comerciales

En primer lugar, no importa qué tipo de préstamo esté obteniendo, querrá comparar precios para obtener una buena tasa. Puede ir a su banco local y buscar en línea para encontrar las mejores tarifas disponibles.

Una de las mayores diferencias que encontrará entre una hipoteca de vivienda y una hipoteca comercial es el tamaño del préstamo. La diferencia más obvia para esto es el tamaño del edificio real. Una residencia unifamiliar suele ser mucho más pequeña que un complejo de apartamentos, por ejemplo, por lo que es un hecho que el edificio más grande costará más y un préstamo para comprarlo también será mucho más grande que uno para una casa.

Cuando una institución financiera preste una gran cantidad de dinero, encontrará que se requerirá más documentación y que hay más trámites burocráticos que resolver. Esto se debe principalmente a que el préstamo más grande constituye un riesgo mayor para el prestamista.

Otra gran diferencia son los criterios que se utilizan para la calificación del préstamo. Cuando una persona obtiene una hipoteca o un refinanciamiento hipotecario , su puntaje de crédito personal ayudará a determinar si está aprobado o no para el préstamo. Sin embargo, cuando se solicita una hipoteca comercial, se utiliza el puntaje de crédito comercial, y eso puede ser muy complejo, especialmente cuando varios inversionistas firman conjuntamente el préstamo.

Cuando esté refinanciando una hipoteca o buscando una hipoteca con mal crédito , tendrá que obtener una tasación de su casa. Una hipoteca comercial incluirá una tasación mucho más detallada y compleja antes de que se pueda aprobar un préstamo. No solo se evalúa el edificio en sí, sino que también se deben analizar los activos del negocio, los planes comerciales y las proyecciones de ingresos y gastos durante el proceso de calificación.

Estas diferencias pueden hacer que parezca más difícil obtener una hipoteca comercial, pero en realidad no es más difícil, solo requiere más papeleo, lo que puede hacer que sea más largo. Tan pronto como se haya procesado todo el papeleo y la empresa haya calificado para el préstamo, se producirá el cierre . Al igual que con un préstamo hipotecario, los dueños de negocios acudirán a una compañía de títulos para el cierre, donde los documentos deberán estar firmados y los costos de cierre deberán pagarse.

Una hipoteca comercial es similar en principio a una hipoteca residencial, excepto que se utiliza únicamente para comprar una propiedad o para reunir capital con fines comerciales y no con fines domésticos. Al igual que con las hipotecas residenciales, el prestamista conserva los derechos de propiedad hasta que el préstamo se reembolse en su totalidad.